“El presidente está pensando en un maximato”: Porfirio Muñoz Ledo

Durante la presentación de su libro El poder y la república. Una transición secuestrada (Debate), el político advirtió de los riesgos del autoritarismo que, según su apreciación, rondan la política de nuestro país. Promovió la idea de una nueva Constitución

Por Ángel Melgoza

La desarticulación de la oposición es muy peligrosa porque en el Gobierno Federal “hay una tendencia a la acumulación del poder y una tendencia hacia un maximato”, dijo Porfirio Muñoz Ledo al término de la presentación de su más reciente libro El poder y la República. Una transición secuestrada (Debate), ocurrida en el Laboratorio de Arte Variedades, mejor conocido como Larva, en el centro de Guadalajara.

El también doctor en Ciencia Política y Derecho Constitucional, y una de las figuras más importantes de la izquierda democrática de nuestro país, remarcó que si se habla, actúa y piensa con claridad, aún hay tiempo para detener estas presuntas aspiraciones de López Obrador, quien ha querido distraer a la sociedad (“como lo hacía el PRI, aunque más hábilmente el presidente Echeverría”), multiplicando la posibilidad de sucesores a su cargo: 

“De ahí el interés del ciudadano presidente de ‘corcholatizar’ el problema, tomando a las ambiciones políticas como instrumentos de dominación. No ‘corcholaticemos’ la política (…) Pero en lo que está pensando el presidente es en un maximato”. 

El maximato al que se refirió Muñoz Ledo alude al periodo histórico que abarcó de 1928 a 1934 y que se caracterizó por el control político que ejerció Plutarco Elías Calles (fundador del PNR, antecesor del PRI) sobre los tres presidentes que ocuparon el cargo en dichos años. 

 

Acompañado por los académicos José María Muriá (INAH Jalisco), Mónica Montaño Reyes (UDG) y Uriel López Paredes (UNAM), los políticos Pablo Lemus Navarro (alcalde de Guadalajara) y Enrique Ibarra Pedroza (secretario general del gobierno de Jalisco), Muñoz Ledo —quien junto con Cuauhtémoc Cárdenas creara la Corriente Democrática del PRI que derivó en la fundación del Partido de la Revolución Democrática durante los años ochenta— se mostró cálido al referirse a la capital jalisciense: 

“Una ciudad bella, una ciudad compleja, que ahora la veo, como casi todo en la vida, con los ojos del adiós. Por eso me perdonarán ustedes si por momentos mi voz se vuelve emotiva”.  

A sus 89 años de edad, Porfirio Muñoz Ledo, quien lleva más de sesenta años de carrera en el servicio público, dice que este libro es el más completo de los que haya publicado, pues en él reúne sus últimos diez años de carrera política, comenzando por “los tristes, lamentables días, del señor Felipe Calderón Hinojosa”, a quien encapsula en un capítulo y lo va desvaneciendo.

Tras terminar su doctorado en Francia en 1958, Muñoz Ledo regresó a México y contó que cuando “no tenía ni qué comer” llegó, avisado por un amigo al Senado de la República, donde buscaban a alguien que tradujera la Constitución mexicana al francés:

“La traduje palabra por palabra. Por eso tengo una relación extraña con ella, no veo solamente los árboles, veo los bosques; lo que quiero decir es que si vamos a seguir siendo un país federal, tenemos que fomentar lo que el Nigromante (Francisco Zarco) llamaron la coexistencia de soberanía. El Estado federal es la coexistencia de soberanías”. 

Además de participar en esta presentación, el político dijo que se ha reunido de cerca con el Gobierno de Jalisco, encabezado por Enrique Alfaro, con quien tuvo una “magnífica conversación” para preparar un “proyecto de reforma federal”. 

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Muñoz Ledo también profundizó en sus diferencias con el gobierno de López Obrador, al señalar que en su libro deja claro que la ansiada y verdadera transición democrática (que involucraría la necesaria coexistencia de soberanías) puede ser secuestrada por el propio gobierno de Andrés Manuel:

“Este libro lo presenté hace un año, en noviembre, y recibí algún golpe público del gobierno. Lo que está atrás de todo es que a este gobierno, que es la continuación de los movimientos que nosotros comenzamos, llegó un líder, un compañero de luchas, que emprendió un camino exactamente contrario al que nosotros habíamos iniciado (…) Mis diferencias grandes con el gobierno tienen que ver precisamente con la voluntad expresa del ciudadano presidente de coordinar la Cámara de Diputados y ahora querer hacer lo mismo con la Suprema Corte. Hay que poner un alto”. 

Al final de la charla advirtió que en las próximas elecciones federales de 2024 podría haber “una concentración del poder abusiva en México”, e hizo hincapié en la necesidad de ser “categóricos, estructurados y patriotas” en la conclusión mayor de su libro y de su legado político: 

“Que es la afirmación de lo que he creído toda mi vida, y que es perfectamente factible, una nueva constitución para México”.⚫

Fotos: R. Cortés (Camaleón Revista Literaria)

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